Arqueólogos israelíes han descubierto en Jerusalén una campanilla de oro que data de la época del Segundo Templo (siglo I Antes de la Era Común) y que, según los investigadores, podría haber pertenecido a alguna figura destacada en la escala social, como un Sumo Sacerdote (Kohen Hagadol). El hallazgo fue localizado en unas excavaciones realizadas por la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) en un canal de desagüe, que se iniciaba en las denominadas Piscinas de Shiloah, atravesaba la Ciudadela de David y concluye hoy en un parque arqueológico adyacente al Kotel (Muro de los Lamentos), en la ciudad vieja de Jerusalén.
Los directores de la excavación, Eli Shukron y el profesor Ronny Reich, de la Universidad de Haifa, estiman que "la campanilla parece ser que estaba cosida a la vestimenta utilizada por una alta autoridad en Jerusalén en la época del Segundo Templo", precisa un comunicado de la (AAI).
Las investigaciones se llevan a cabo en lo que en el siglo primero de nuestra era fue la principal calle de Jerusalén, que transcurría sobre el canal de desagüe donde fue encontrada
la campanilla.
Esta vía partía de las Piscinas de Shiloah, se adentraba en la Ciudadela de David y llegaba a un intercambiador conocido hoy como "Arco de Robinson", sobre el que se alzaba una escalera en varios tramos por la que los sacerdotes y peregrinos podían acceder al Templo de Jerusalén a rezar y oficiar sacrificios.
Los arqueólogos creen que el propietario de la campanilla podría haber caminado por esa calle de la ciudad y haber perdido la joya que pudo terminar en el canal de drenaje que discurría en un estrato inferior.
"Sabemos que los sumos sacerdotes que servían en el Templo empleaban campanillas de oro que colgaban de sus túnicas", aclaran los directores de las excavaciones, añade el comunicado.
Los investigadores se basan en la descripción que hace el Libro del Éxodo sobre la vestimenta de la túnica del sacerdote Aarón: "En sus ribetes harás granadas de azul, púrpura y carmesí, y entre ellas, también alrededor del borde, campanillas de oro" (Éxodo 39:33).
Con todo, no se puede saber a ciencia cierta a quién perteneció el cascabel, si bien los arqueólogos afirman que no debe descartarse esa posibilidad. EFE y Aurora.
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